Incorporación de un modelo de gestión empresarial de triple impacto (económico, social, medio ambiente), en la cultura empresarial de la Red del Vino, a través del mentoring de profesionales y visita a empresas referentes en enoturismo, producción ecológica y marketing social. Generando un impacto positivo en la pequena agricultura familiar del Valle de Colchagua.

El Valle de Colchagua, es reconocido a nivel nacional y en el exterior como una zona productora de vinos de alta calidad, generados en un paisaje rural en donde conviven, se amalgaman y potencian el entorno natural, sus tradiciones culturales y sus propuestas productivas en sintonía con su medio ambiente. Asociada a esta condición, hay una oferta de servicios turísticos asimilada a estándares internacionales. Desarrollándose por tanto un sector productivo altamente motivado por la calidad, para enfrentar los desafíos del contexto globalizado de la economía. Sabiendo potenciar las posibilidades del valle, en consonancia con todos los aspectos vinculados a un proceso en equilibrio, con las características físicas y humanas que lo integran.Desde el ano 1996, se establece a través de 6 grandes empresarios la primera ruta del vino de Chile y Sudamérica, conocida como la Ruta del Vino de Colchagua, que actualmente es un aglomerado de 12 de empresas productoras de vino, conocida, con la capacidad técnica y económica para la implementación de programas y acciones relacionadas con la Industria del Vino. Esta situación deja de lado la oportunidad a los pequenos productores de incursionar en el rubro ya que éstos deben desafiar al lobby enológico de los 12 grandes productores del Valle de Colchagua, a través de la oferta de modelos de negocio alternativos. Las empresas vitivinícolas del Valle de Colchagua, tomando como referencia 32 productores de vino, se desglosa en la siguiente Tabla 1.Tabla 1 Distribución de empresas vitivinícolas del Valle de ColchaguaTamano de empresaNº de EmpleadosDistribución de empresas (%)Pequenas1 a 1928Medianas20 a 9966GrandesMás de 1006Por tanto, ante tal oferta enológica y vitivinícola, es de vital importancia que las micro- y pequenas empresas del valle, deban buscar aquellos elementos diferenciadores que motiven su posicionamiento con éxito. Diferenciándose de los competidores, a través del desarrollo de un modelo de negocio que permita crear valor a su producto y/o servicio, y que este se apropie de una parte del nicho del mercado. Dicho éxito se basa en la posesión, gestión y desarrollo de unos recursos y capacidades que cumplan, básicamente, con tres premisas: han de ser valiosos, difíciles de imitar y difíciles de sustituir.En la búsqueda de un elemento diferenciador, para los pequenos productores, la posibilidad de incorporar los procedimientos y directrices que caracterizan a las 'Empresas Verdes', tomando como ejemplo el auge a nivel mundial y sobre todo en la Unión Europea. Se muestra como una oportunidad para la transformación del modelo global, mediante la transición hacia una economía alternativa y ética, en términos de estrategia, mercados, cadenas de suministro, servicios, etc. Todo ello traducido como oferta y respuesta al cliente que demanda un servicio y producto enológico o vitivinícola sustentable, a través del reconocimiento por parte de las empresas que sus productos y servicios mantiene las identidades culturales y respeten el entorno en el cual se insertan las organizaciones.En su sentido más amplio, el modelo de negocio que busca implantar la Red del Vino de Colchagua centrará su objetivo en que las actividades provoquen un bajo impacto para la población. Siguiendo un modelo que responde a las necesidades de los clientes y del área geográfica donde se localizan los servicios prestados, a la vez que protege y mejora las oportunidades del futuro. Enfocado hacia la gestión de todos los recursos de manera que satisfagan todas las necesidades económicas, sociales y estéticas, y a la vez que respeten la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas de soporte de la vida. Y sobre como estas directrices son comunicadas para ilusionar y motivar al futuro cliente o inversor, sobre el producto ambiental y social, respondiendo a cuestiones de comunicación y marketing