Implementación de un sistema de gestión de la innovación en torno del manejo integrado de plagas y enfermedades más prevalentes en los rubros hortícolas más relevantes en la Región Metropolitana

Objetivo general

Establecer un Sistema de Gestión de la Innovación entorno del Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades (MIPE), de mayor prevalencia en las principales hortalizas de la RM, mediante la incorporación de una plataforma virtual (TIC) que contribuya a gestionar la oferta tecnológica disponible, logrando con ello mitigar la carga de plaguicidas utilizada.

Objetivos específicos

Desarrollar una plataforma de gestión on line, de plagas y enfermedades, basada en un Sistema de Diagnóstico a Distancia (SDD).Capacitar a los extensionistas de los PRODESALES en Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades y en el Sistema de Gestión de Innovación.Capacitar a los agricultores de la AFC, integrantes de los PRODESALES, en protocolo de identificación y monitoreo de plagas, enfermedades y enemigos naturales. Validar y adaptar en los campos de agricultores, las tecnologías alternativas a los plaguicidas.Promover el uso de la plataforma y difundir la información y resultados generados en el proyecto.

Descripción

La actividad hortícola se desarrolla principalmente en la Zona Centro Norte de Chile, entre la región de Atacama y el Biobío, donde se concentra el 92% de la superficie nacional de cultivos hortícolas.La superficie nacional cultivada con hortalizas, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), alcanzo las 80.277 ha. Su producción fluctúa anualmente entre 2.500.000 y 3.000.000 de toneladas, estimándose que el 70% es consumido en mercado interno y el 30 % restante en el mercado externo.En la Región Metropolitana se cultivan en torno de las 26.000 ha que corresponde al 32,4% de la superficie total cultivada con especies hortícolas. Los elementos más restrictivos para el aumento de la competitividad de la producción de hortalizas de la Región Metropolitana, están relacionados con la baja calidad de los productos ofertados, su escasa diferenciación y, en consecuencia, una menor valoración en el mercado interno. Este aspecto contrasta con los escasos emprendimientos hortícolas con orientación al mercado externo, los cuales han tenido una creciente evolución en productividad y calidad.La diferencia observada podría indicar que la información tecnológica y de mercado disponible, no tiene el mismo dinamismo hacia los productores que abastecen el mercado interno, cuyas diferencias en la estandarización de sus productos, especialmente en el ámbito de la inocuidad alimentaria, y sus niveles de gestión comercial muestran brechas aun significativas. En la última década en el sector agropecuario, se han producido cambios significativos, lo que ha generado una verdadera revolución tecnológica a la que se ve enfrentada nuestra agricultura haciendo necesario, entre otros aspectos, la modernización y adecuación de la entrega de los conocimientos disponibles. Los beneficios para la salud humana del consumo de frutas y hortalizas son innegables, sin embargo, ha quedado en evidencia que dichos productos están expuestos a agentes químicos, físicos y biológicos que atentan contra su inocuidad, factor que sumado a las características nutricionales, organolépticas y comerciales, componen la calidad de los alimentos. Actualmente, estas propiedades están siendo reconocidas y exigidas por los consumidores, quienes desean saber el origen y calidad de los procesos productivos involucrados en la obtención de las frutas y hortalizas que llegan a su mesa.Esto implica un gran desafío para los productores hortícolas de la RM, al tener que responder simultáneamente a los requisitos de sanidad y a las crecientes exigencias en las materias de inocuidad por parte de los consumidores. Responder en forma eficiente, confiable y ágil a los requerimientos en materia de fitosanidad e inocuidad de los alimentos es un factor de competitividad estratégico para los productores que buscan posicionarse como líderes en el mercado de alimentos.Es por ello que el control y aseguramiento de la calidad de los alimentos se ha convertido en una prioridad fundamental, dada su fuerte relación con la salud de los consumidores, obligando a los productores a mejorar o modificar sus sistemas, que les permita asegurar su inocuidad, entre otros aspectos. Con tal de mantener la rentabilidad del cultivo y responder a las exigencias del mercado, la mayoría de los agricultores recurre a plaguicidas, pero sin hacer uso en general, de la información disponible, sobre la plaga a controlar, el tipo de producto y momento adecuado para su aplicación, niveles de incidencia, períodos de carencia y toxicidad, entre otros, lo que genera en la mayoría de los casos, aplicaciones excesivas y un alto nivel de contaminación del ambiente y del producto final. A esto se suma un control deficiente de la plaga, con las consiguientes pérdidas por su ataque.Es una práctica habitual que se use como parámetro de control de plagas la prevención, basado en un calendario de aplicaciones, que se traduce, muchas veces en el uso injustificado, de productos altamente contaminantes y peligrosos. El

Clasificaciones

Código: PYT-2014-0387

Base fuente: Base Nacional de Proyectos - Base de iniciativas FIA

294811104

134695125

162220104

Fecha inicio: 15/09/2015

Fecha término: 10/10/2018

1121

38

3.1

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