Cubiertas plásticas en uva de mesa. Experiencias en la zona central de Chile

Las cubiertas plásticas se han desarrollado con fuerza en Chile los últimos 8 años. Su masificación se debe principalmente a la necesidad de proteger las frutas frente a las inclemencias climáticas y asegurar el flujo productivo en el largo plazo. Adicionalmente el aumento de las exigencias de calidad y sanidad del producto, como también la necesidad de producir fruta con menor presión de pesticidas, ha incentivado su uso. Hoy el uso de cubiertas de polietilenos es una tecnología de uso masivo en Italia y España y está creciendo con fuerza en los diferentes países productores de uva de mesa, entre ellos, Chile.

28-ago-2018

Carolina Salazar-Parra1; Gabriel Selles1; Bruno Defilippi1; Camila Montano1; Alexis Vergara1; Valeria García2; Gabriel Marfan2

En la zona centro-sur de chile la tecnología más utilizada es el film de polietileno de baja densidad (LDPE). Estos films son capaces de proteger de la lluvia y granizo, heladas en primavera, viento y radiación excesiva. El espesor de la lámina varía desde las 70 micras hasta espesores mayores a 150 micras, siempre permitiendo el paso de la luz, sobre el 85%. El film se instala de forma piramidal, hilera por hilera de manera independiente, con una altura que varía desde 1 a 1,5 m sobre el follaje en la cumbre. Adicionalmente, el sistema tiene ventilaciones centrales en las hileras, las que varían de 30-60 cm dependiendo del grado de ventilación necesario. El plástico se sujeta a la estructura con un sistema de tubos de PVC elásticos que permiten darle resistencia al sistema.

En general, en experiencias con cubiertas plasticas, se ha observado que disminuye la radiación total, aumenta el porcentaje de luz difusa y puede disminuir la velocidad del viento, lo que puede ser beneficioso según las condiciones de cultivo. La temperatura ambiental al interior de la cubierta tiende a aumentar al inicio de la temporada, con poco follaje presente. Sin embargo, al final de la temporada tiende a ser más baja si el vigor es alto y se produce sombra. En relación con la humedad relativa, si el diseño es correcto, se mantiene en niveles similares a la humedad al aire libre.

Por otra parte, debido a las modificaciones climáticas, a nivel de planta se han observado que la actividad fotosintética, la conductancia estomática y el vigor de la planta por lo general aumenta. La fenología puede experimentar adelantos importantes (2-3 semanas) debido a la mayor acumulación térmica al interior de la cubierta. En variedades que necesitan radiación directa alta para desarrollar color, este último puede retrasarse, aunque la respuesta depende de la variedad.

A nivel local, INIA -en conjunto con la empresa SUBSOLE y con el apoyo de CORFO-, han desarrollado durante los últimos 3 años un estudio para analizar los efectos del uso de estructuras plásticas en el cultivo de variedades de uva de mesa en la región de O'Higgins. El proyecto se enfoca en determinar los cambios en las condiciones microclimaticas, calidad de fruta, uso eficiente del agua y calidad a postcosecha que produce el uso de cubiertas plásticas en relación a parrones que permanecen al aire libre.

MODIFICACIÓN DE LAS CONDICIONES MICROCLIMÁTICAS

El cambio en las condiciones microclimaticas es una de las características del uso de las cubiertas plásticas, al analizar las temperaturas máximas, mínimas y medias durante la etapa de crecimiento de las vides, comprendida entre octubre y marzo, no se logra identificar que las cubiertas plásticas tengan efectos marcados sobre las temperaturas (Cuadro 1). Se observa que las temperaturas medias en la región de O'Higgins se mantienen alrededor de los 20°C.

Sin embargo, cuando observamos en detalle lo que ocurre durante 24 horas continuas en periodos pre y post floración, es posible observar los efectos de la cubierta. En la figura 2, se representa la variación diaria de la temperatura del aire durante dos días representativos de los meses de octubre (izquierda) y diciembre (derecha), en diferentes alturas de medición bajo el parronal. Durante el mes de octubre, 45 días post-brotación el parrón se encontraba con un 25% de sombreamiento y se observa una diferencia entre las temperaturas bajo cubierta (TEMCC) respecto a sin cubierta (TEMSC) independiente de la altura. Así, fue posible observar que la diferencia máxima de temperatura entre los tratamientos fue de 14°C a 2,2 metros de altura (sobre el follaje, SF) y de 8,7°C a 1,8 metros de altura (altura de los racimos, AR).

Por otra parte, en diciembre, a 104 días post-brotación y con una cobertura del 85%, la situación fue distinta, la diferencia de temperatura máxima SF fue de 6,6°C, en tanto que a la AR fue de 1°C.

Después que la vid ha iniciado su crecimiento en primavera, temperaturas bajo -1,5°C pueden producir daños por heladas. Sin embargo, el período más sensible a las heladas es entre floración y cuaja, donde temperaturas inferiores a -0,5°C pueden causar daño. Las cubiertas plásticas, podrían influir sobre las temperaturas mínimas, pudiendo tener un efecto protector sobre los fenómenos de heladas.

En la figura 3 se presenta la evolución de la temperatura mínima con y sin cubierta plástica, en un parrón del cv. Thompson Seedless, entre agosto 2017 y marzo 2018. Las temperaturas mínimas bajo cubierta son más altas que las medidas al aire libre, con una diferencia promedio de 0,2°C, para el mes de agosto, incrementándose a un promedio de 0,9°C entre inicios de brotación y floración y posteriormente mantenerse en un promedio de 0,6°C. Durante las temporadas analizadas no se observaron temperaturas bajo cero. No obstante, antecedentes aportados por la exportadora Subsole, indican que en promedio, cuando las temperaturas mínimas caen bajo cero grados, normalmente bajo cubierta pueden registrarse temperaturas hasta 0,4°C más altas que al aire libre.

Las temperaturas mínimas también tienen importancia en la latencia de vides, se sabe que este periodo se va debilitando progresivamente por efecto de las bajas temperaturas invernales. En consecuencia, para iniciar la brotación la vid requiere acumular una cierta cantidad de horas frio. La necesidad de acumulación de horas frio en la vid varía entre 500 y 1.400 HF, dependiendo del cultivar. En la figura 4 se presenta la acumulación de horas frio, a partir del 1 de mayo, en un parrón con cubierta y en otro al aire libre. La presencia de cubierta plástica no afectó la acumulación de horas frio, comportándose de forma similar independiente de la cobertura. Alcanzando valores entre 800 - 1000 HF hacia la fecha de brotación (septiembre).

No solo las mínimas se verán influenciadas por el uso de los plásticos, las temperaturas máximas también podrían tener efectos sobre la fisiología de la vid. El rango óptimo de funcionamiento del sistema fotosintético de la vid varía entre 20 y 36°C. Más aun, temperaturas sobre estos rangos, podrían generar un sobrecalentamiento del sistema que pudiese dañar la fruta. En la figura 5 se presenta la evolución de la temperatura máxima con cubierta plástica y aire libre, en un parrón del cv. Timco, entre noviembre de 2016 y marzo 2017 a dos alturas. La temperatura máxima sobre el follaje (SF) es mayor que a la altura de los racimos (AR) independiente de la cobertura. En el caso de la cubierta plástica, la diferencia es en promedio de 4,5°C y al aire libre de 1,5°C. Es decir, hay una mayor acumulación de calor bajo plástico.

Es interesante observar que la diferencia de la temperatura máxima AR entre la cubierta plástica y el aire libre es de solo 0,5°C. Esto podría relacionarse directamente con el sombreamiento que realizan las capas superiores de hojas en el parrón. En la zona SF en cambio, el plástico registró 3,6°C mas respecto al aire libre. Se debe señalar que para este estudio, las temperaturas no alcanzaron valores que pudieran afectar los procesos fisiológicos. En otras condiciones ambientales, con veranos más cálidos, probablemente se requiera de la apertura temporal de la cubierta plástica, cuando la temperatura del follaje sobrepase los 40°C, para evitar posible estrés térmico.

Otro factor determinante en el microclima bajo plástico es la Humedad Relativa (HR), ya que interviene en los procesos de transpiración de las plantas, vía incremento o reducción del déficit de presión de vapor, y también en el posible desarrollo de enfermedades, como botritis.

En la figura 6 se presenta la evolución diaria de la HR con y sin cubierta plástica desde octubre a marzo, donde no se observar marcadas diferencias entre cubierta y sin cubierta. El cuadro 2 muestra la HR pre-floración y post-floración, observándose valores muy similares, que no varían en más de 3 puntos porcentuales.

Artículo completo aquí: http://www.redagricola.com/cl/cubiertas-plasticas-en-uva-de-mesa-experiencias-en-la-zona-central-de-chile/

Fuente: Red Agrícola Chile

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